Editorial en Crónica de Aragón: El despido de Paco González

Finalmente, se consumaron los peores temores de los oyentes de Carrusel Deportivo. La Cadena SER ha despedido a Paco González, después de dirigir durante 18 años el mejor programa deportivo de la radio española. A los directivos de la cadena, no les ha servido como elemento de reflexión la inmensa ola de solidaridad con Paco González que los oyentes del Carrusel han construido de forma espontánea en internet. Tampoco los reiterados mensajes de apoyo que desde hace días han tomado los chats de todos los programas de la SER.

Con este despido, la clase empresarial española ha demostrado, una vez más, que prefiere el autoritarismo a la competitividad, el mediocre empleado servil al genio con opinión propia, y la salvaguarda del honor de los directivos al sentir mayoritario de los clientes (oyentes) de la empresa.

Cierto es que resulta más fácil mantener una posición laboral digna (como la que ha acreditado Paco González en este asunto) cuando más allá de la cueva existen una o varias ofertas de trabajo esperando. Aunque no es menos cierto que el silencio cómplice mantenido por casi todos los locutores y locutoras estrella de la emisora, les desacredita como personas y como profesionales del medio.

En el otro extremo del arco de la dignidad, todos los que, desafiando las órdenes de la Cadena SER, han mostrado públicamente su solidaridad con Paco González, y muy especialmente, el gran Pepe Domingo Castaño, que con su careta del sábado en el Carrusel, regaló a este país uno de los mejores y más emocionantes momentos radiofónicos de los últimos tiempos.

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